En los últimos años hemos
notado la importancia que tiene aprovechar al máximo el espacio físico, la
sociedad ha tenido un aumento poblacional exponencial en los últimos siglos, lo
que nos ha conllevado a problemas espaciales, conglomeraciones, desordenes de
ubicación entre otros. Y es que entre más crezcamos debemos tener mejor orden
para no quedarnos sin espacios.
De la misma manera funcionan
los cementerios, cada vez con más nichos y bóvedas. Si no se tiene un diseño
apto enfocado al máximo aprovechamiento de cada espacio, pronto dejaran existir
sitios para la sepultura de nuestros seres queridos. Un levantamiento topográfico posee precisiones
de centímetros para garantizar la máxima explotación del espacio, sobre todo en
este tipo de lugares que es aún más necesario el control de cada centímetro
cuadrado. Además, utilizando la altimetría se realizan cálculos de volúmenes,
cortes, rellenos y pendientes que necesite el lugar para el correcto desarrollo
de las sepulturas.
Gracias a la topografía
podemos obtener ubicación y control de los espacios que aún no ha sido
utilizado para diseñar sobre esta alguna forma que optimice sus recursos.
En el siguiente escrito se
detallan aspectos del proyecto realizado en el Cementerio de General Viejo de
Pérez Zeledón, San José, Costa Rica. El mismo es desarrollado en el Curso de
Catastro 2 de la Escuela de Topografía, Catastro y Geodesia de la Universidad
Nacional. Donde se busca además de realizar un plano catastral de cementerio, proponer
un diseño para sacar el máximo provecho del área desocupada.